¿Cómo mejorar la operativa de los departamentos de RRHH? La firma electrónica
La tecnología se ha convertido en una herramienta esencial para nosotros tanto en el ámbito personal como en el profesional. Cuando nos disponemos a crear un documento, siempre lo producimos con un ordenador, nos relacionamos mediante correos electrónicos intercambiando información y sólo en ocasiones utilizamos el papel. Es indudable que parte de nuestra vida se desarrolla en la Red y el modo de comunicarnos ha evolucionado.
En este contexto, era necesario crear un mecanismo que nos permitiera sustituir la firma manuscrita, aplicable únicamente en papel, por un mecanismo digital que facilitara la operativa de nuestro trabajo y agilizara nuestros procesos. Todo ello, claro, garantizando la legalidad de la misma.
Así surge la firma electrónica, equivalente electrónico al de la firma manuscrita, donde una persona acepta el contenido de un mensaje electrónico a través de cualquier medio electrónico válido.